En los sectores que requieren personal poco cualificado, las empresas pueden beneficiarse de obtener mano de obra barata y ahorrar costes de producción. Cuando los índices de desempleo son muy elevados o existe población inmigrante, es fácil para las empresas encontrar trabajadores dispuestos a trabajar por bajos salarios o en condiciones de trabajo abusivas.
Este riesgo existen en los países desarrollados y genera pobreza y bajos niveles de vida. Sin embargo el riesgo de generar trabajo infantil o de discriminación o discriminación social es menor que en países en vías de desarrollo.