Los pequeños productores están en desventaja competitiva frente a los grandes productores. No tienen fuerza para defender sus intereses frente a las a grandes corporaciones y empresas distribuidoras.
Son los pequeños productores y las empresas familiares son las principales interesadas en proteger el entorno donde desempeñas sus actividades, evitar la sobre-explotación y así asegurar así la sostenibilidad de los recursos para perpetuar su actividad.