Los productos cultivados en países en vías de desarrollo ofrecen pocas garantías de que se respeten los derechos laborales de los agricultores y sus familias. Estos trabajadores son muy vulnerables a las explotación laboral y sus derechos y calidad de vida en general están desprotegidos. No tienen asegurados la atención sanitaria ni el acceso a formación ni educación para ellos ni sus familias.
Es difícil asegurar la protección social en estas zonas vulnerables sin la supervisión de entidades certificadoras como UTZ y Rain Forest Alliance. Por ello sin estas certificaciones los cultivos que tiene como origen en estas áreas geográficas las consideramos poco sostenibles.