El uso eficiente del terreno, permite abastecer de alimentos a una población mundial en crecimiento. Utilizar terreno agrícola para otro tipo de explotación que no sea la de obtención de alimentos, provoca el encarecimiento de los alimentos y dificulta su acceso a las personas con menos recursos.
No debemos permitir que nuestra comodidad y bienestar condene al hambre a poblaciones pobre.